La anestesia la utilizo un dentista por primera vez

Blog de Centro Dental Casher

Consejos sobre la salud y el cuidado dental

12 sep

La anestesia la utilizo un dentista por primera vez

Actualmente casi todo el mundo ha oído hablar de la anestesia. Lo que la mayoría no sabe es que fueron los dentista los primeros en utilizarla en Medicina.

Si hay algo que nos da respeto, por no decir pánico, cuando tenemos que ir al dentista es el dolor.

Afortunadamente, hoy la medicina y la odontología disponen de un aliado fundamental: LA ANESTESIA. ¿Qué haríamos hoy en día sin ella? Personalmente, no concibo la medicina moderna sin ella. Si me permites la comparación, es como pretender cocinar una paella sin fuego. Puedes tener el mejor arroz, las carnes y verduras más sabrosas, condimentos etc, pero ¿cómo vas a cocinarlo sin poder calentarlo? Pues en medicina y odontología nos pasa exactamente igual. Tu dentista puede ser más rápido que un Ferrari quitando una muela, ser un fiera poniendo implantes, todo lo que quieras y más, pero ¿a que te lo pensarías muy mucho el ponerte un sus manos si todo esto te lo hiciera sin anestesia? ¡Yo desde luego que sí!

Origen de la anestesia

Antes de su invención, la medicina y la odontología eran un auténtico suplicio. Acudir para sacar una muela era una de las peores cosas que te podía ocurrir. Encima que ya habías pasado por un dolor de muelas tenías que sufrir otro para quitártelo de encima. Aparte de que había mucho charlatán(no existían muchos títulos oficiales que digamos)que hacían auténticas barrabasadas, lo más que se podía hacer era tomar vino o algún licor fuerte para atontarte. Y eso si tenías suerte, si no, ni vino ni nada. 

Como afirma Bertrand Gosset:-"La historia de la cirugía es la historia de los últimos cien años. Se inicia en 1846 con el descubrimiernto de la anestesia y, por tanto, con la posibilidad de operar sin dolor. Todo lo anterior a tal fecha no pasa de ser una noche de ignorancia, sufrimiento y estéril tanteo en la oscuridad. En cambio, LA HISTORIA DE LOS CIEN AÑOS ofrece el panorama más grandioso que conoce la humanidad".   

Y ahora es cuando los dentistas nos podemos poner una medallIta. Sí, las primeras intervenciones con anestesia las realizaron los dentistas.


Foto: Dr Horace Wellls

Gas de la risa: el descubrimiento

Corría el año 1844 cuando el Dr. Horace Wells acudió con su esposa Lizza a un espectáculo en la localidad de Hartford(Conneticut) donde el doctor Wells ejercía como dentista. En dicho espectáculo usaban óxido nitroso. El óxido nitroso era conocido como "el gas de la risa", y se utilizaba en esos "shows" humorísticos para que la gente se riese más y tener mayor éxito, podían contarte el chiste más aburrido, que aún así, te ibas a partir de risa. Lo que no se sabía en esa época era de sus propiedades anestésicas hasta que el buen Dr. Wells acudió a dicho espectáculo.

La función transcurría normalmente. El "show" entusiamaba a la audiencia que inhalaba el óxido nitroso. Todo el público se destenillaba con los chistes y las muecas de los actores. Llegado un momento, uno de los espectadores, Sam Coolley, se dió un trompazo impresionante contra un banco. Oyendo el buen doctor el crujido de su tibia se estremeció igual que si lo hubiese sufrido el mismo. Ante su sorpresa, vió que Sam no se quejaba en absoluto. Fue corriendo a preguntarle cómo estaba. Sam no se había dado cuanta de su golpe y tampoco se había dado cuenta de la enorme herida que tenía en su pierna. La mente del doctor Wells ya pensaba en las enormes posibilidades del "gas de la risa" y fue corriendo a hablar con el Señor Colton, que era quién dirigía el espectáculo.

Wells estaba ansioso por probar el gas en la realización de algún tratamiento dental y como no podía espera más, decidió usarlo con él mismo, ya que llevaba días de una muela del juicio infectada. A la mañana siguiente quedó en su consulta con el Señor Colton, Sam Cooley y su asistente el doctor Riggs. 

Colton administró el óxido nitroso al doctor Wells. Su piel se puso pálida y quedó como en trance. El doctor Riggs extrajo la muela esperando el grito habitual que oía en todos los pacientes cuando les quitaba una muela. Pero ocurrió todo lo contrario. Ante el silencio tenso de los asistentes a la intervención, sólo se oyó eso, SILENCIO. El doctor Wells ni se inmutó y cuando el efecto del gas desapareció refirió que sólo había sentido el pinchazo de un alfiler. Ante el éxito de la intervención, lo siguió usando con sus pacientes y rápidamente su consulta se empezó a llenar de gente que no querían sufrir nigún dolor para quitarse una muela.


Foto: Extracción de la muela del juicio al doctor Wells con anestesia.

Con lo que no tuvo tanta suerte fue al divulgar su descubrimiento. Meses después acudió a presentar su descubrimiento al Medical School del Massachusetts General Hospital. Pero cuando fue a quitar la muela al paciente, éste gritó de dolor. El bueno del doctor Wells todavía no sabía que dosis necesitaba cada paciente según el peso. El paciente era corpulento y obeso y necesitaba una dosis mayor. Su fracaso le hizo caer en el olvido.

Dos años más tarde, en 1846, un discípulo suyo, el doctor William Thomas Green Morton acudió al mismo Hospital a presentar su anestésico, el éter. Tras el fracaso del doctor Wells, Morton que era muy espabilado y ambicioso, no dejó nada al azar y lo preparó todo para que todo fuese un éxito. Y así fue, y desde entonces hasta hoy.


Foto: Dr Morton

¿Qué haríamos sin el invento de los doctores Wells y Morton? ¡Uff! Prefiero no pensarlo!

 

 


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